24 de octubre de 2007

Latinos en Iraq



El guatemalteco José Gutiérrez ya es oficialmente norteamericano. No tuvo que esperar decenios, sortear persecuciones, sobornar a funcionarios venales, enfrentar agudos trámites y ni siquiera aprender inglés. Bastó con pasear el uniforme US Army en Iraq. Las balas de la resistencia mortalmente incrustadas en su cuerpo cobrizo le concedieron la nueva nacionalidad. No pudo enterarse de la buena noticia. Viajó de regreso al país de adopción en un gélido y oscuro saco de nailon con un largo cierre metálico y cubierto con una bandera en la cual no aparece el quetzal.


Soldados salvadoreños parten hacia Iraq para apuntalar a los "amigos" del Norte
Y esa suerte podría ser la misma para cualquiera de los 40 mil latinoamericanos que componen, dicen los analistas, cerca del 38 por ciento de las fuerzas estadounidenses dislocadas en Iraq. Muchos de ellos tomaron las armas para ganarse la carta de ciudadanía que les es negada por años de represión, obstáculos y entuertos burocráticos, y por la xenofobia que subyace en los funcionarios de inmigración y en los altos cargos del Gobierno, deseosos de no contaminar más de lo debido la sacrosanta civilización anglosajona predominante en el Imperio.

Y a la cifra de hispanos remitidos a la guerra, se suman los efectivos militares oficiales aportados por gobiernos del área ansiosos de mantener el compadrazgo con la Casa Blanca. Un ejemplo de ello es El Salvador, cuyo Gobierno y mandos militares renovaron la presencia de militares nacionales en Iraq.

Para los legisladores de la gubernamental Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) y el Partido Demócrata Cristiano, y de acuerdo con el criterio del presidente Elías Antonio Saca y del ministro de Defensa, general Otto Romero, todavía "el trabajo no está concluido" en territorio iraquí, y no puede dejarse sola a una potencia que "tanto hizo por el pueblo salvadoreño" durante la guerra contrainsurgente interna ocurrida entre 1980 y 1992.

A tono con esa "reciprocidad", y a pesar de que más del 80 por ciento de la ciudadanía desaprueba la medida, tropas del batallón Cuscatlán, en número de casi 400 efectivos, están radicadas desde agosto último en Bagdad para labores de patrullaje, y un buen número de mercenarios locales ha sido captado por contratistas en seguridad. Precisamente, familiares de estos últimos denunciaron que grupos de pandilleros les extorsionan para arrebatarles las remesas que vienen desde Bagdad.
Las "empresas de seguridad en Iraq" huelen a puro ejército de ocupación
Y es que, en realidad, la guerra de Washington la están haciendo los pobres, los hispanos y los negros. Ningún "niño bien" conoce de las explosivas arenas mesopotámicas, y W. Bush, que en su momento supo escabullirse de las llamas de Vietnam, no es ajeno a esta remisión de "impuros" al matadero.

Mercenarios de piel tostada
Cinco mil "empresas de seguridad" operan en Iraq bajo el manto de la ocupación norteamericana. De hecho diez por ciento de los gastos para la titulada "reconstrucción" de la añeja Mesopotamia está destinado al pago de fuerzas militares paralelas que se confunden con los cerca de 150 mil invasores estadounidenses y de otras nacionalidades presentes en esa nación "para combatir el terrorismo".
Y de los "soldados de fortuna" llevados al degolladero iraquí, en número total que oscila entre 30 mil y 50 mil efectivos, al menos diez mil proceden de América Latina, reclutados en nuestro hemisferio por una red de entidades públicamente establecidas u otras que muchas veces radican en oficinas temporarias en capitales y ciudades importantes del área y cargan con aquellos que muerden el anzuelo.

Según el espacio digital Ciberoamérica, por lo general esas entidades "tienen una estructura corporativa bien definida, pagan impuestos, tienen página web y realizan relaciones públicas y marketing para ampliar su mercado. Destacan entre ellas Vinnell Corp, Custer Batle, Armor Group, Kroll Security International, Global Risk Strategies, Meteoric Tactical Solutions, Trig Guard Force y Blackwater Security Consulting Company… Para el proceso de selección de personal utilizan varios métodos: anuncios en revistas, como Soldiers of Fortune, o FortLiberty.com, sitio en el que es posible encontrar información sobre decenas de firmas del ramo, o por medio de intermediarios, generalmente oficiales retirados. Muchos de los reclutados pertenecen al Tercer Mundo –entre ellos argentinos, colombianos, chilenos y salvadoreños–, pues se les puede pagar menos que a los que provienen de países industrializados. Tal vez por ello, no es raro que esos soldados sean utilizados como carne de cañón".
Los cuerpos represivos de América Latina son una fuente apetecible de mercenarios
Las firmas reclutadoras dan preferencia a aspirantes entre los ex militares que en nuestra región estuvieron vinculados con los gobiernos represivos de las décadas de los setenta y los ochenta, a los que ofrecen salarios que pueden llegar a los tres mil 600 dólares por mes.

Según informes de grupos progresistas que denuncian estos hechos, unos 500 latinoamericanos han regresado en sacos negros a sus ciudades y hogares, luego de morir en enfrentamientos con la resistencia iraquí.
De manera que, junto al hecho de haber sido tradicional abastecedor de materias primas baratas a la opulenta sociedad norteamericana, el sur del hemisferio es también hoy fuente de carne de cañón para apuntalar, a duras penas, la ocupación en el lejano Iraq.
De caza por el Sur

En fecha muy reciente, una comisión especial de la ONU deploraba el reclutamiento abierto y sin fiscalización oficial alguna de ciudadanos peruanos para actuar como mercenarios en la vieja Mesopotamia. Unos mil de ellos recibieron entrenamiento militar reforzado y ya se mueven por Bagdad y otras ciudades. Se dijo que irían de "vigilantes" a diferentes entidades e inmuebles, pero han terminado operando armas pesadas en las calles junto a la US Army.

La propia prensa peruana habla de que centenares de nacionales han sido contratados por la empresa 3D Global Solutions a través de su filial en Lima, Gestión de Seguridad Sociedad Anónima Cerrada (Gesegur SAC), y refiere la historia de un mercenario local que prefirió no identificarse a su vuelta de Iraq luego de un mes de "trabajo". Según declaró el individuo al diario limeño La Razón, mientras los "soldados de fortuna" de los países desarrollados reciben sueldos entre nueve mil a 12 mil dólares mensuales, a los peruanos apenas les pagaban mil dólares, lo que constituye una "propina para mendigos".

Por su parte, confirma el reportero Eduardo Tamayo, en artículo aparecido en el sitio CSCAWEB, que en Honduras, Ecuador y Chile, expertos de Naciones Unidas detectaron que "las empresas de seguridad reclutan a personas, principalmente a ex militares y ex policías, generalmente con promesas de jugosos ingresos, seguros y garantías laborales que en muchos casos no se cumplen y constituyen un engaño. Muchos regresan heridos o no regresarán nunca".

Los latinos están poniendo buena parte de las vidas quemadas por W. Bush en su guerra de agresión
Añade el analista que esas entidades explotan la proliferación del desempleo y el subempleo, por lo que la gente asume riesgos e inseguridad a cambio del incentivo de altos salarios. Además, escogen naciones con altas tasas de emigración y con una notoria debilidad legal, que posibiliten sus operaciones sin mayores obstáculos. "El terreno está siempre listo", suelen decir los cazadores de carne de cañón.

En agosto de 2005, por ejemplo, la empresa de seguridad EPI & Security, sin registro legal y a cuenta del ciudadano norteamericano Jeffrey Shippy, habría contratado en Ecuador, mediante avisos de prensa, a nacionales y a colombianos "para trabajar en el extranjero". Descubierto el fraude, se supo que Shippy, un ex bombero que laboraba para el consorcio estadounidense Dyncorp, que presta servicios en la base de Manta, logró escapar de la justicia local y el caso finalmente cerró sin mayores averiguaciones ni consecuencias.
Mientras, en Honduras, funcionarios de Naciones Unidas detectaron que entre agosto y octubre de 2005 habían partido hacia Iraq, desde ese país centroamericano, 218 nacionales, 105 chilenos y 18 nicaragüenses para desempeñarse como "guardias de seguridad". Algunos hondureños, explica un informe sobre el caso, "comenzaron a regresar en apenas unas semanas y aducían malos tratos y que se les había cambiado de funciones". La empresa reclutadora es la norteamericana Your Solution, la cual incumplió sus compromisos en los pagos, servicios asistenciales y seguros. "Los inicialmente reclutados para servir como guardias a cumplir funciones de seguridad en las instalaciones y convoyes de distribución de ayuda humanitaria, precisan las fuentes de la ONU, terminaron como combatientes de guerra y operando ametralladoras de alto poder."
Las evidencias, por tanto, son muchas y claras. La guerra de W. Bush en Iraq funciona como una caldera a presión cuyo combustible humano tiene, en gran medida, el color del Sur.

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